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Transporte de oxígeno: El principal papel del hierro en el cuerpo es formar parte de la hemoglobina, una proteína en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno desde los pulmones a todas las células del cuerpo. Sin suficiente hierro, el cuerpo no puede producir suficiente hemoglobina y los tejidos pueden no recibir suficiente oxígeno.
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Metabolismo energético: El hierro también es esencial para la producción de energía en las células. Ayuda a las enzimas en las cadenas de transporte de electrones, que son cruciales para la síntesis de ATP, la principal fuente de energía celular.
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Función inmune: El hierro juega un papel importante en la función normal del sistema inmunológico. Las células inmunitarias, como los glóbulos blancos, dependen del hierro para funcionar correctamente y combatir infecciones.
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Desarrollo cognitivo y neuronal: El hierro es necesario para el desarrollo y la función normal del cerebro y del sistema nervioso central, especialmente durante las etapas de crecimiento y desarrollo, como la infancia y la adolescencia.
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Síntesis de ADN: El hierro es esencial para la síntesis de ADN y ARN, componentes básicos de las células y la genética.